"Una mágica, fastuosa y loquísima voladura de cabeza [...] Todo se vuelve solemne y ambicioso, pero también, y sobre todo, emotivo. Llega un momento en que no sabemos bien por cuál de los cortes transitamos, porque Satélite tiene mucho de experiencia inmersiva. Pero los propios títulos son tan hermosos en sí mismos -Estación Melancolía, La galaxia en mi pasillo, Todos los universos posibles...- que invitan a proseguir en su escucha. Sin pautas ni reglas, y hasta sin orden. Porque la obra en su conjunto presenta esa virtud insólita de su fuerza centrífuga: hay que saltar, incorporarse a ella, dejarse sacudir por este virulento remolino. Y permitir, una vez tras otra, que se afiance nuestra profunda sensación de asombro."
"Sublime. Es lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. Enérgico, creativo, sorprendente. Todavía se pueden decir cosas nuevas e innovadoras."
"No habrá habido muchos discos tan ambiciosos en el jazz de aquí como "Satélite". [...] Y con un trío imponente que a ratos crece con cuerdas, saxo, guitarra y voz, traduce ese paisaje a una música dramática y épica que desdibuja los contornos del jazz."
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«Nuestra luna se originó como el resultado de una gran colisión. Un cuerpo celeste de tamaño similar a Marte impactó contra la Tierra lanzando material alrededor de esta. Este material se fue fusionando hasta que dio origen a la Luna.
De la misma forma, me gusta pensar que todas estas canciones que orbitan a mi alrededor, alguna vez, hace millones de años, ya formaban parte de mí.»